Como siempre la sabiduría oriental nos hace reflexionar. Tal y como en las aulas se sitúan hoy por hoy los alumnos ante el trabajo, hay que involucrarlos: ha desaparecido aquel perfil del alumno laborioso, obediente y, por ende, responsable y cumplidor ante la tarea. La ruptura de la cohesión social aísla cada vez más al individuo en sus relaciones y le hace vivir en un vértigo constante. Hay que involucrar al alumno en las (sus) tareas de aprendizaje hoy por hoy, pues en su defecto estamos condenados al fracaso.
Estoy de acuerdo José Manuel. Nada le interesa al alumno que venga de afuera. Si no se siente partícipe, todo es un "rollo". La habilidad consiste, pues, en hacerle protagonista de su propio aprendizaje sin salirse de los elemntos propios y oficiales del currículo, legalmente establecido.
2 comentarios:
Como siempre la sabiduría oriental nos hace reflexionar. Tal y como en las aulas se sitúan hoy por hoy los alumnos ante el trabajo, hay que involucrarlos: ha desaparecido aquel perfil del alumno laborioso, obediente y, por ende, responsable y cumplidor ante la tarea. La ruptura de la cohesión social aísla cada vez más al individuo en sus relaciones y le hace vivir en un vértigo constante. Hay que involucrar al alumno en las (sus) tareas de aprendizaje hoy por hoy, pues en su defecto estamos condenados al fracaso.
Estoy de acuerdo José Manuel. Nada le interesa al alumno que venga de afuera. Si no se siente partícipe, todo es un "rollo". La habilidad consiste, pues, en hacerle protagonista de su propio aprendizaje sin salirse de los elemntos propios y oficiales del currículo, legalmente establecido.
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